Me encanta la ciencia ficción y en especial las distopías. ¿Por qué distopías y no utopías? Me gusta que una historia contenga una mirada crítica sobre la sociedad. Pensar en una distopía es plantear qué podría llegar a pasar si seguimos haciendo lo que estamos haciendo, cómo podría reaccionar la sociedad en un contexto determinado. En "La red del miedo", de Carolina Tosi, nos encontramos con un escenario orwelliano. La Tierra tembló y para que los humanos sobrevivan todos se fueron a vivir bajo tierra. Como cada escotilla está alejada de otra, las familias se conectan con otros humanos mediante la red. Toda la socialización secundaria es virtual. ¿Les suena? Bueno, pero esto no es todo. Si bien es cierto que la Tierra sucumbió, eso no quiere decir que no sea posible vivir en la superficie. El gobierno se aprovecha del miedo de sus ciudadanos para mantener a la población aislada y controlada. El famoso divide y reinarás.
Esta novela es muy atrapante, se lee a velocidad de la luz. Podemos realizar muchas conexiones con otras obras. Por ejemplo, con "Visiones del futuro", de Darío Levin, una novela en la que se presenta una maquinaria de control social muy amenazante. Y con un cuento de Esteban Valentino que se llama "El hombre que mira", que refiere a la misma temática. También se puede hacer una vinculación con "Adoradores de robots", de Bruno Bazerque, que toma como escenario un futuro distópico, pero que a diferencia de las otras obras, no hay un poder centralizado, diversos grupos intentan reconstruir la sociedad bajo sus propias premisas.
Asimismo, la lectura de esta novela se puede asociar con la película Wall E (2008) y por qué no al mismísimo Platón y su alegoría de la caverna.
"La red del miedo", de Carolina Tosi, tiene ilustraciones de Pablo Zerda y fue editada por Edebé.
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