La primera vez que Nicanor viajó en tren fue para dejar San Pedro. Pero no es fácil dejar al río, los campos y amaneceres. Mucho menos, a los amigos.
Liliana Bodoc nos cuenta una historia sencilla con las palabras adecuadas. Nos hace viajar en ese tren junto a Nicanor. Recorrer cada vagón, San Pedro. Nos hace entender al niño.
Las ilustraciones de Valeria Docampo son bellísimas y no solo acompañan al texto, lo complementan. Hay partes de la historia que están solo ahí, en los dibujos.
Confieso que este libro me llenó de nostalgia. A mí me pasó lo que le pasó a Nicanor, a los 8 años. Cuando nos mudamos de Pérez (Santa Fe) fue triste. Pero después volvimos en las vacaciones. Y cada despedida fue amarga, sí, pero cada regreso, maravilloso.
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