Hay objetos que toman valor por sus poderes o por su procedencia. Muchas historias de la literatura se han ocupado de hablarnos de objetos mágicos o de "valor sentimental". Anillos, pulseras, collares, espejos, muebles, trajes, libros. En este caso, el objeto es un trapo. ¿Es mágico? No tiene ningún poder, salvo hacerle creer a esa niña, por sus manchas, por sus arrugas, y por la propia imaginación de ella, que es su abuela de trapo. ¿Tiene un valor sentimental? Ese trapo no perteneció a ningún miembro del árbol genealógico de la niña, pero ahí está su abuela. En una historia sencilla, Ángeles Durini nos recuerda que podemos jugar con las cosas, algo que solíamos hacer de niños. ¿Porque quién no le encontró una cara a una cosa?, ¿quién no jugó con algo tan simple como un trapo, una piedra, un palito, una latita?
El libro forma parte de los nuevos libros de la colección de Cuentos del Chiribitil, de editorial Eudeba. Está ilustrado ni más ni menos que por Nine.