Cómo escribir realmente mal, de Anne Fine

Esta es la historia de un niño que debe sobrevivir a su nueva escuela.

La historia empieza así: "Yo no soy un tarugo. Ni un estúpido intergaláctico. Ni se me ponen los ojos llorosos, ni moqueo cuando me ocurre algo malo. Pero confieso que, cuando contemplé la deprimente ciénaga que iba a ser mi nueva clase, me eché a temblar. Sí. Definitivamente, me había convertido en un pupas". La traducción que leí es española, y como el término "pupas" no se utiliza en argentina, me puse a buscar su significado. Algunos dicen que es parecido a decir gafe, otros dicen que significa una persona que se queja demasiado. Creo que se aplica mejor la segunda opción. La cuestión es, en definitiva, que es un buen comienzo. Invita a seguir leyendo.

El protagonista de esta historia cambia de escuela cada tanto por el trabajo de su madre. Y cada vez que lo hace, se queja. Esta no va a ser la excepción porque, según cuenta, es la peor escuelas de todas. "He sobrevivido en colegios llenos de empollones, en colegios donde todos son aficionados a los deportes y en colegios en los que los profesores se agachan para ponerse a tu nivel, mirarte fijamente a los ojos y preguntarte cómo te sientes realmente. Incluso sobreviví durante cuatro meses en un colegio en el que nadie hablaba mi idioma. Pero nunca me había caído tan mal un sitio así de pronto como La Mansión Araiz (Escuela Mixta).

¡Y vaya mansión! Creo que el edificio lo diseñó alguien que estaba acostumbrado a hacer depósitos de cadáveres y mataderos. Las paredes eran de color marrón y verde brillante (y gracias a ese brillo resultaban aún peores). No habían limpiado las ventanas desde 1643. Y los dibujos que adornaban el aula parecían babas de cerdo".

Vicente Martín, por indicación de la maestra, se sienta al lado de Javier Pastor, un niño que escribe realmente mal. Al que también le resulta difícil resolver los problemas de matemática. Aunque, por otra parte, Javi Pastor tiene un talento oculto que su nuevo compañero de banco va a descubrir y que va a hacer descubrir a los demás compañeros y a la maestra. Asimismo, "el chico nuevo" va a encontrar su propio talento hacia el final de la historia.

En esta historia la maestra tiene paciencia pero no logra ayudar a Javi. Tampoco puede conocer las habilidades que tiene Javi porque como suele suceder en algunas escuelas, las artes y otro tipo de conocimientos quedan fuera. Vicente Martín lo ayudará a su manera. Porque la redacción sobre "cómo escribir realmente mal" es un buen recordatorio sobre las reglas de la ortografía, caligrafía y gramática. 

Quizás el trabajo sobre "cómo sobrevivir en el colegio" no haya sido solo para Javi.

Creo que es una buena historia sobre lo que significa cambiarse de escuela, sobre la amistad y compañerismo. Aquí los personajes no se hacen amigos desde el primer día. Cuesta. 

También resulta interesante el personaje de la maestra. No es una maestra que no tenga paciencia, que intimide o que no se preocupe por los alumnos. Sin embargo, le cuesta ayudar a Javi.

Porque tiene buenas descripciones y hay una construcción interesante de los personajes y del desarrollo de la historia, me parece que es un libro que vale la pena leer.