“El mar en la piedra” es una novela fantástica escrita por Lucía
Laragione. La obra fue publicada con ilustraciones de Sandra Lavandeira, en
1998 por Alfaguara Argentina.
Omayra, una niña de apenas diez años, debe ayudar a su padre a conseguir
el sustento para su familia. El padre de Omayra no tiene trabajo a pesar de
salir a buscar uno. Omayra no tiene mamá pero sí hermanos que necesitan, como
ella, comer. Omayra sale a la gran ciudad a vender aguacates y se encuentra con
una piedra mágica que la transportará a otro tiempo, a la época de los piratas
y de los esclavos. A otro tiempo, a otras injusticias, parecidas y distintas,
que transitaron y transitan este mundo.
La novela es corta, tiene 110 páginas divididas en 25 capítulos. Al
final de la historia hay un glosario con el vocabulario específico de la época
a la que viaja la protagonista. Además hay un listado de libros que fueron
tenidos en cuenta por la autora para hacer referencias históricas.
La historia es interesante porque nos permite reflexionar sobre las
injusticias que existen y existieron. Entender el pasado sirve para entender el
presente. La novela también nos plantea lo siguiente: ¿basta con entender y
resignarse? El mensaje de la autora es claro: No. No hay que resignarse. Si los
oprimidos de otra época lucharon y pudieron ser libres o por lo menos lo
intentaron, los oprimidos de hoy tienen que hacer lo mismo. Es recordar esta
famosa frase: “prefiero morir de pie a vivir arrodillado”.
La novela tiene unas bellas descripciones de los escenarios y de los
personajes. Uno puede imaginarse la musculatura de Shako y su determinación.
También puede sentir la desesperación de Omayra en una pesadilla y la valentía
que tiene ella para enfrentar miles de obstáculos, pasados y presentes.
“El mar en la piedra”, de Lucía Laragione, es como una piedra mágica que
nos permite viajar a ese mundo. Un mundo que creó Laragione, pero que por eso
no deja de ser nuestro.
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