viernes, 11 de octubre de 2024

Cuadernillo de escritura - Escenas de suspenso y acción.

Una cosa es leer por entretenimiento y otra es leer y analizar cómo hizo otro para componer su texto y apropiarse de recursos estéticos para escribir mejor. Si bien recomiendo leer a Roald Dahl porque es divertido y generalmente eso es lo que hago en el aula con sus textos, también es súper recomendable, en otros momentos (no hacer las dos cosas a la vez), leer fragmentos para sacar ideas sobre cómo escribir. 

Para distintos momentos del cuento nos conviene utilizar ambos tipos de escenas. Para las escenas de suspenso vamos a contar todo en cámara lenta, con mucho detalle. Para escenas de acción, vamos a contar todo rápido, con oraciones cortas y muchas comas.


Para ejemplificar esta parte, me voy a valer de un gran escritor: Roald Dahl.


“Nada, ni rastro ni olor. Lentamente, empezó a sacar el cuerpo dentro del agujero. Al salir, movía su cabeza, olfateando en todas direcciones. Se disponía ya a dirigirse a la espesura del bosque cuando le pareció oír un ruido muy leve, parecido al que podía hacer el pie de un hombre al pisar si querer un montón de hojas secas. Al oírlo, don Zorro echó cuerpo a tierra y quedó completamente inmóvil, alargando sus grandes orejas. Escuchaba con gran atención, pero no pudo oír nada más. “Debo haberme equivocado”,pensó entonces, “ese ruido debió ser algún ratón campestre o algún otro bicho parecido”.
Y decidió proseguir su camino. El bosque estaba oscuro, y el silencio de la noche era denso, no se oía ni el ruido de una hoja. En el cielo brillaba la redonda luna...”

(Fragmento de El superzorro, de Roald Dahl)


 Consigna: Escribí una escena de suspenso que pueda vivir el personaje de tu cuento. Para hacerlo previamente pensá en qué sensaciones conviene describir. (Hoja de insumo)


Por ejemplo: En mi cuento de brujas, puedo escribir la siguiente escena de suspenso:


La bruja supo que el dragón había sido responsable de la desintegración de su escoba y decidió ir a su cueva para enfrentarlo. Ella tenía hechizos muy potentes, pero el dragón era un digno contrincante. Se sabe que los dragones son criaturas muy inteligentes, que huelen a las personas a kilómetros de distancia y que, antes de que una bruja pueda decir una palabra mágica, el dragón podía lanzar una llamarada que la pulverizaría con varita y todo. Por eso, Hermenegilda se puso unas botas mágicas para caminar de forma casi imperceptible, como un gato. Poco a poco avanzaba hacia la cueva, escuchando el eco de los ronquidos de un dragón dormido, que en cualquier momento podía despertar. A medida que se acercaba, el ruido empezaba a ser más potente, ensordecedor. Pero eso era bueno, el silencio sería su trampa mortal.

Para pasar a una escena de acción, con oraciones cortas y dinamismo pensé: 

El dragón se despertó. La bruja gritó: “-Tracatus, bravus” y movió su varita. Se
escondió detrás de una piedra. Salió de su escondite, agitó su varita y gritó: “Bestius, dormidé”.

En las escenas de suspenso, en las descripciones, pueden aparecer verbos en pasado imperfecto (terminan en aba/ ía). En cambio, en las escenas de acción, los verbos en pretérito perfecto suelen predominar, porque permiten que avance la historia con hechos puntuales.

Y aquí es la gran excusa para trabajar la diferencia entre estos dos tipos de pasados.

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