No sé si el creador de este juego se habrá inspirado en los conejos de pascua. Lo que sí sé es que lo jugué hoy, un domingo de pascuas, y que la pasamos bárbaro.
Cada jugador tiene un par de conejos de un mismo color. El objetivo del juego es recolectar hortalizas. ¿Da lo mismo cualquier hortaliza? No, depende de los puntos que te dan por cada verdura (tampoco es lo mismo si todavía quedan en el pilón o si se han acabado).
El juego consta de: tablero para armar en forma de círculo (que representa el huerto), fichas con números que representan las caras de los dados (hasta el número cinco), fichas con hortalizas (remolachas, nabos, papas, brócolis y, por supuesto, zanahorias), cuatro pares de conejos de distinto color, un perro, unos biombos para tapar las fichas que recolecta cada jugador y tarjetas de puntuación con los valores de cada hortaliza.
Los conejos saltan de acuerdo a la suma que da los números en donde se encuentra cada conejo del mismo color (pueden conseguir una, dos o tres fichas por jugada). Si un conejo cae en la casilla del perro, el jugador puede tapar un pilón de hortalizas y nadie podrá recoger de ese tipo hasta que esa situación sea modificada. Como se mencionó con anterioridad, las hortalizas tienen un valor dependiendo de si todavía hay en el pilón o no. Por eso, resulta importante la utilización del perro, pues no conviene que se acabe la pila de hortalizas en las que uno tiene más fichas. En este juego no hay nada librado al azar, es estrategia pura. Nadie sabe quién va a ganar hasta el final.
Además de ser divertido, el juego es muy lindo estéticamente. Las ilustraciones son muy simpáticas y coloridas.
El juego es para 2 a 4 jugadores, a partir de los 8 años de edad. Made in Argentina. Salió por Ruibal.
Ideal para que los niños hagan cuentas y anticipaciones mentalmente.
Excelente tu reseña de Conejos...Gracias Julieta! ;)
ResponderEliminarMe alegro que te haya gustado. Espero enterarme de otro juego.
ResponderEliminar