jueves, 26 de diciembre de 2019

Los niños cantores, de Elena Alonso Frayle

Una película que me conmovió un montón fue "Les choristes" (2004). Todas las películas de educación en las que un profesor o profesora ayuda a sus alumnos son de mi preferencia. Pero "Les choristes" tiene algo especial. Un coro de niños con canciones en francés. Y Pepinot. Es decir, es una película perfecta para abrir el portal del llanto.

El libro "Los niños cantores", de Elena Alonso Frayle, me convocó desde el primer momento porque tiene dos historias que se conectan entre sí. Por un lado, la historia de Nacho, un niño que cambia de escuela y que se siente solo. Y por otro, la historia de Gustav, un miembro de "Los niños cantores de Viena", que al finalizar su gira, no puede regresar a su país porque se ha desatado la Segunda Guerra Mundial. La soledad y la música unen a estas dos historias. El desamparo de Gustav las aleja. Nacho la tiene más fácil. Él puede abrir su jaula para volar.


Cada capítulo refiere a una historia diferente. El puente entre Nacho y la historia de Gustav es su tía Ele y su petirrojo Amadeus. Con mucha calidez, las palabras revolotean sobre sus lectores y les hacen sentir una gran empatía con los personajes.

Las ilustraciones de Adolfo Serra son delicadas y la gama de colores elegida es muy apropiada para la ocasión.


martes, 24 de diciembre de 2019

Poesía en el aula (5to grado)

Cuando uno le pregunta a sus alumnos sobre poesía, lo primero que responden es que la poesía es escribir con rima. Esto ocurre porque, generalmente, en los primeros años de sus trayectorias escolares, los niños leen poesía con rima. ¿Por qué leen poesía con rima? Principalmente por dos razones. Una: la rima es una gran aliada del docente a la hora de alfabetizar. Dos: la oferta poética dirigida al público infantil viene, en su mayoría, con rima. Entonces, nuestra oferta debe ser más amplia, en cuanto a forma, recursos poéticos, temáticas.

Lo primero que trabajo con los chicos es la comparación con otros tipos de textos. ¿Para qué sirve un instructivo?, ¿para qué sirve una noticia?, ¿para qué sirve un texto enciclopédico? Todas estas preguntas las responden fácil ¿Para qué sirve la poesía? Ahí a los alumnos se les complica. Buscan una respuesta correcta, única y no la encuentran. Y se arma el debate. "Para mí la poesía sirve para enamorarse". "No toda poesía es sobre amor". "Entonces sirve para inspirarse". "¿Y eso qué sería?". "Qué sé yo, para entretenerse". "Para expresar los sentimientos, no sé". "Para escribir cosas con rima". "No sé para qué sirve, para nada". "Seño, ¿cuál es la respuesta? No sé qué poner". A partir de todo eso, es momento de hacer hablar a los distintos poetas, a Octavio Paz, a Jorge Luis Borges. 
Acción poética Tucumán
Luego de entrar en calor, les reparto a los alumnos un montón de tarjetas con poemas de distintos autores como Nicolás Guillén, Gioconda Belli, Alfonsina Storni, Jorge Luis Borges, José Martí, María Elena Walsh, Edwin Madrid, Langston Hughes, Juan Lima, Mar Banegas, Laura Devetach, Nicanor Parra, Jaime Sabines, Fabio Guerra, Jorge Luján, Federico García Lorca, Pablo Neruga, Oliverio Girondo, Juan Gelman, Mario Benedetti, Gabriel García Márquez. 

La consigna es que elijan la poesía que más les haya gustado para leer a sus compañeros. No es fácil para ellos tomar esa decisión porque les suele gustar más de una. Luego de leer, otros niños acotan: "a mí también me gustó", "yo también estaba por elegir esa". Y cuando le pregunto por qué les gustó, hay distintas explicaciones. Incluso a veces no saben por qué. Algunos motivos: "porque cuando era más chica solía jugar con barquitos", "porque tengo un gato", "porque me gustan las flores", "porque es divertida", "no sé, me gusta cómo suena".

Otra consigna para el hogar es buscar un poema para compartir en clase. Algunos traen libros de poesía, lo que está bueno. Otros buscan por Internet. Y traen cosas muy lindas. 

También leemos y escribimos haikus (poesía breve japonesa) y caligramas (poesía visual).

Para enseñar metáfora me gusta utilizar un fragmento del diálogo de la película "El cartero de Neruda". También que los chicos piensen en metáforas que usamos de forma cotidiana. A los pobres inmediatamente se les vino a la cabeza "el dólar está por las nubes". 

Con personificación suelo dar un conjunto de sustantivos y de verbos para que escriban versos con personificación. Por ejemplo, una alumna unió viento con lamentar y escribió: "El viento lamenta que nadie lo quiera".

Para trabajar el sentido de la repetición me gusta leer "Cuadrados y ángulos", de Alfonsina Storni.

Para jugar con palabras me gusta leer "Cabía una vez", de David Wapner y ofrecerles a los chicos, al azar, otros verbos en pretérito imperfecto.

Otra opción linda es leer "Canción de las preguntas", de José Sebastián Tallón y "Las preguntas", de Pablo Neruda e inventar preguntas poéticas

También es bueno escribir con los chicos poesías colectivas. Jugar con imágenes sensoriales con este libro: "El libro negro de los colores", de Menena Cottin y Rosana Faría.

Como verán, se puede hacer mucho y todavía no llegaremos a responder del todo la pregunta que originó todo esto. Pero sí habremos pasado un buen rato. Eso seguro.

lunes, 23 de diciembre de 2019

El sueño de Kasi Kasi, de Margarita Eggers Lan

Esta es la historia de un pueblo ubicado casi en la montaña, casi sobre el río, casi en la selva, casi en el desierto. Es la historia de un pueblo que no sabe soñar. Hasta que un día, nace Rocío, una niña curiosa, perceptiva, con unos ojos que ven más allá de lo que todos pueden ver.

Rocío conoce a Joan, un niño que no puede ver. Ella le muestra el mundo que los rodea a través de las palabras. Joan también aporta su forma de apreciar el mundo mediante el uso de sus otros sentidos. Un día, Rocío y Joan se encuentran con un pavo real, que al desplegar su plumaje, les cuenta una historia. La historia está incompleta, los niños deberán descifrar el resto y embarcarse en una aventura que les cambiará la vida, tanto a ellos como al pueblo.

"El sueño de Kasi Kasi", de Margarita Eggers Lan, es una novela llena de poesía. La poesía no está escrita en versos. Está presente en la forma en que está narrada la historia. Hay imágenes sensoriales por doquier. Por eso, las descripciones son tan ricas. Y esto no significa un cúmulo de adjetivos. Hay construcciones muy pensadas. Por ejemplo:

"...Tú, por ejemplo, tienes el mismo olor que trae el viento cuando se acerca una tormenta, pero más suave y mezclado con el aroma que sale del horno cuando mi padre hace torta de miel."

"...Se acostaban sobre el colchón de hojas y sentían en el cuerpo el calor que salpicaba un poco aquí y un poco allá. 
-¿Te das cuenta de que es igual a cuando te acuestas y viene tu padre y te hace cosquillas?
-Se parece al perfume que sale del durazno al morderlo...
-Sí. Una salpicadura de perfume es igual a una salpicadura de sol".  

Las ilustraciones son de Manuel Purdía y generan el mismo placer a la vista como cuando se observan florecer los jacarandás en Buenos Aires. Lástima que dentro del libro, los dibujos estén en blanco y negro. Creo que quedarían mejor con lápices de colores.

Este libro tan bonito, editado por Norma, se puede complementar con otro que me encanta que es "El libro negro de los colores", de Menena Cottin y Rosana Faría.

"Un hobby siniestro" y "El fantasma del último pirata", de Fernando de Vedia

En Villa Coyoi ocurre algo inesperado. Un anciano pacífico, de movilidad reducida, se transforma en un ser amenazante. Ataca fuera de sí, con una fuerza proveniente de otro lugar, que no son propias de sus entrañas. A partir de ese momento, se desencadenan varios sucesos inexplicables. Algunos habitantes de Villa Coyoi tienen un accionar irreconocible. Francisco y Lucy advierten que hay algo en común en todos ellos: todos fueron poseídos por el alma de un pirata. Por el alma en pena de Robert "Rat" Ronson. Uno de los piratas más peligrosos que ha tenido la historia de los mares. ¿Cómo llegó el alma de un pirata que perteneció a la "Cofradía de los perros sanguinarios" a un pueblo? Precisamente por un hobby, por coleccionar botellas con réplicas de barcos.

El final del libro "Un hobby siniestro", de Fernando de Vedia, permite una segunda parte. Todos los pueblerinos creen que todo ha vuelto a la normalidad pero no es así. El intendente de Villa Coyoi ha sido poseído por el alma de Edward Ronson, el hermano de Robert. En "El fantasma del último pirata", Edward Ronson va a buscar la manera de liberar nuevamente a su hermano y quedarse con el dinero de todo el pueblo. Como no podía ser de otra manera, los hermanos Francisco y Lucy son los encargados de salvar al pueblo.


Cada libro se puede leer por separado. "El fantasma del último pirata" tiene un resumen de la novela anterior. Los libros son de ágil lectura, atrapantes. El segundo libro no pierde fuerza, al contrario. Resulta interesante el vínculo entre dos hermanos piratas. Lo único que no me termina de cerrar es que en algunas partes de la trama, las cosas se acomodan en favor de los personajes, de forma oportuna.

Las expresiones de las ilustraciones del interior del libro me hacen acordar a las novelas gráficas. La tapa del segundo libro me parece más atractiva que la del primero, pero entiendo que es difícil no spoilear.

Aunque la editorial sugiere su lectura desde 10 años, chicos de 8 años muy lectores pueden leerlo con tranquilidad. Recomendado para lectores que sean amantes del misterio y de las historias con piratas muy pero muy malos.

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