domingo, 19 de marzo de 2017

57 días a Neptuno, de David Rodríguez

Acá dice que el libro que está en mis manos fue editado en el año 4625, cuando viajar a Neptuno tomaba tan solo 57 días. No sé cómo llegó a mí. A ver, el diario que dejaron en la puerta del vecino dice que es 2017. Así que yo no viajé en el tiempo, viajó el libro. Ahora mi duda es si el escritor, David Rodríguez, está en este momento en Neptuno, en una nave espacial, o aquí en la Tierra viajando simplemente en auto o colectivo. Quizás este libro haya sido editado en Urano, pues dice Ediciones Uranito. Si para llegar a Neptuno se necesitan 57 días, para viajar a Urano debe ser un poco menos. De lo que sí estoy segura es que este libro que, repito, no sé cómo llegó a mis manos, reúne nueve relatos de ciencia ficción con viajes espaciales y viajes en el tiempo que todo amante de la ciencia ficción o que todo aquel que se inicia en la ciencia ficción debe leer.


La primera advertencia que voy a hacer, porque me sucedió, es la siguiente: tengan en cuenta que estos relatos están enlazados entre sí. Cuando leí el primero pensé que le faltaba explicar por qué sucedían algunas cosas. No se preocupen, todo tiene explicación y se sabe hacia el final del libro. Asimismo, algunos nombres de personajes son importantes de recordar porque se reponen a futuro. Así que si el niño no se da cuenta de esto, ayúdenlo en esa tarea.

Dicho todo esto, voy a comentar algunas cuestiones que me parecieron significativas. Del primer relato resulta interesante cómo se plantea la separación entre los habitantes de Railar y los de Ardiil. Es por un lado sutil y por el otro potente. Suena un poco un Romeo y Julieta en el espacio. Del segundo relato, me encantó la construcción del científico, es muy divertido. Del tercer relato, considero que el giro es muy bueno, causa una gran sorpresa, así que no voy a decir más. El cuarto relato, que se trata de una primera parte, te deja muy enganchado para leer la segunda. Es un acierto que se trate de un crucero en el espacio. El de la luna embrujada es uno de mis preferidos porque también me sorprendió mucho. Otra cosa me gustó es que haya una mención en los últimos relatos sobre algunos personajes de los primeros cuentos. Y que durante toda la colección haya un halo de misterio sobre lo que sucede con esa falla y cambio de realidad. Lo bueno de todo esto es que hay actitudes o situaciones cotidianas como el primer día de trabajo, que son llevadas a otro mundo en el espacio, lo que le da una familiaridad y a la vez ese toque futurista.

Más allá de los planteos, que tienen que ser buenos y lo son, todo está muy bien narrado. Son buenos los diálogos, las acotaciones narrativas, la estructuración de los relatos (es muy difícil narrar viajes en el tiempo). Y también está muy bien el uso de la primera persona del tercer relato. Todo esto suma porque podemos ver y analizar las decisiones que tomó el autor a nivel de estructura. Está buenísimo que no todas las historias empiecen de la misma forma, que haya diversidad en función de lo que se quiere contar.

El libro tiene unas lindas ilustraciones de Pablo Pino. La tapa del libro es muy llamativa, me pareció una buena elección. El título también, aunque no tenemos un relato específico sobre Neptuno, lo cual habría sido interesante. El libro pertenece a la colección Mil mundos.

Ah, una cosa importante que me olvidaba de decir es que cuando enseñé Sistema Solar muchos niños creían que se hacían viajes con tripulaciones llenos de personas hacia planetas lejanos, pues no tenían dimensión de las distancias. Así que habrá que explicar ese gran detalle. Lo que no podremos explicar es cómo llegó este libro a nuestras manos.

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