sábado, 23 de noviembre de 2019

Dictado a la maestra

El dictado a la maestra para escribir historias colectivas es una situación de enseñanza que requiere de mucha, muchísima paciencia. Es realmente difícil sostener esta actividad porque lleva varias clases y, fundamentalmente, porque los niños/as tienen que ponerse de acuerdo y aprender a escucharse entre ellos. Más allá de esto, es una actividad imprescindible para enseñar a escribir. Les cuento mis experiencias.

En dos 5tos grados (C y D) decidimos participar de un concurso y crear un cuento de terror de forma colectiva. Lo primero que hicieron los alumnos fue leer muchas historias del subgénero:
  • Ojos amarillos, de Ricardo Mariño (Novela corta)
  • La casa maldita, de Ricardo Mariño (Novela corta) Esta novela tiene algo de ciencia ficción.
  • La puerta abierta, de Margaret Oliphant. (Novela- Un clásico)
  • La ventana abierta, de Saki. (Cuento)
  • El hombre sin cabeza, de Ricardo Mariño. (Cuento)
  • La casa encantada, versión de Mario Méndez. (Cuento)
  • El progreso, de Bruno Bazerque (Cuento)
  • Los muyins, de Elsa Bornemann. (Cuento)
  • El loco de la patada, de Elsa Bornemann (Cuento)
  • Las manos, de Elsa Bornemann (Cuento)
  • La pata de mono, de W.W. Jacobs.
En el aula se encontraba a disposición:
  • Queridos monstruos, de Elsa Bornemann
  • Socorro diez, de Elsa Bornemann
  • La noche de los muertos, de Ricardo Mariño

Una vez leído y trabajado todo esto en profundidad, en la primera clase de escritura los alumnos escribieron: 
  • Una lista de temas, personajes, escenarios del subgénero.
  • Un listado de adjetivos que no suelen utilizar habitualmente como- escalofriante, inhóspito, terrorífico, penetrante, etcétera- 
  • Y un esquema de planificación de la historia - situación inicial, conflicto y resolución-.
En la segunda clase, los alumnos debatieron sobre la persona narrativa más conveniente para el tipo de historia que querían contar y sobre el tiempo de la narración. Un grupo optó por la primera persona porque al ser una historia zombis, pensaron que daría más miedo si el protagonista contaba su ataque. Otro grupo creó un monstruo, y mezcló el subgénero terror con policial, así que se decidió  por la tercera persona. Luego de este debate necesario escribimos la introducción. Mi primera regla fue: "prohibido usar el 'había una vez'. Busquemos otra forma de iniciar la historia".

Cuando los alumnos me dictaban no pregunté cuestiones ortográficas como: "¿Con qué se escribe esta palabra?" porque decidí detenerme en la coherencia del texto. No se puede trabajar todo, hay que hacer un recorte

Es importante releer en voz alta  constantemente para que reflexionen sobre lo escrito, para que puedan identificar el problema y analizar la posible resolución. También interpelar a todos los alumnos, para que no dicten siempre los mismos.

Después continuamos con la historia en varias clases más. Y la verdad que puedo decir que quedaron dos cuentos muy buenos.

Otro proceso de escritura colectiva fueron dos poemas. Luego de haber leído bastantes poesías de distinto tipo y trabajado con recursos poéticos, elegimos un tema para escribir y los alumnos me dictaron verso a verso. Los recursos poéticos estaban a la vista para que fueran utilizados. 


En otros 5tos (A y B), estamos en proceso de escritura de cuentos de ciencia ficción. El mismo procedimiento, distinto tema y palabras.

Leímos las siguientes historias:

  • La maestra, de Victoria Bayona (Novela)
  • El N°5, de Franco Vaccarini (Novela)
  • Adoradores de robots, de Bruno Bazerque (Novela)
  • Son tumikes, de Sebastián Vargas (Novela)
  • Marionetas S.A, de Ray Bradbury (Cuento)
  • El hombre que mira, de Esteban Valentino (Cuento)
  • El artefacto, de Moebius (Historieta).


En la biblioteca del aula están a disposición otros libros de ciencia ficción:

  • Visiones del futuro, de Darío Levin.
  • Un paseo por Carmajali, de Eduardo Abel Giménez.
  • 57 días a Neptuno, de David Rodríguez. (Cuentos)
  • Lluvia de esqueletos, de Germán Cáceres.
  • Cinder, de Marissa Meyer. (Saga)
  • Max Hell, de Guillermo Hohn y Pablo Tambuscio. (Historieta)
  • Lo único del mundo, Ricardo Mariño.

Además de las discusiones sobre la persona narrativa, también surgieron otros debates acerca de la verosimilitud. Los alumnos dijeron frases como: "no es creíble", "el niño no puede hacer eso, no tiene sentido". Es interesante que piensen que por más que sea ficción, no vale todo. Los elementos tienen que tener sustento dentro de la historia y tienen que ser mencionados por alguna razón.

Otra cosa espectacular que surgió fue que tomaron como modelo otras historias. También que digan cosas como "esto es una aposición", "tiene que estar en plural el verbo porque el sustantivo está en plural". O le falta un punto o una coma. Asimismo que pensemos formas de reemplazar el "dijo, dijo y dijo" por otros verbos. Es decir, que lleven lo aprendido en actividades de reflexiones del lenguaje.

Bueno, he nombrado muchos aspectos positivos que justifican el agobiante trabajo con niños y niñas que gritan, con la mano levantada, eso sí, para imponer su idea. Así que podemos concluir que vale la pena el dictado al maestro.

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