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jueves, 6 de octubre de 2016

La sonada aventura de Ben Malasangüe, de Ema Wolf

Esta es la historia de un pirata que inicia su oficio a destiempo. Y como suelen ser las historias de piratas, tiene búsqueda de tesoros, problemas con víveres, una tormenta que azota a la embarcación y el naufragio en una isla desconocida.

La novela es corta pero no es fácil de leer por dos razones. La primera es que hay un vocabulario propio de la navegación, alguna que otra palabra o construcción que puede generar dificultad. También hay alusiones a  sucesos de la historia y referencias a puntos geográficos. Otro motivo por el que puede generar complicación es la estructura de la novela. Cuando los piratas llegan a la isla, además de contar lo que les sucede a ellos, se introduce la historia de los que viven allí. Esto requiere que el lector pueda seguir las dos historias, recordar o volver para atrás, hasta que se crucen. Dicho todo esto, el libro amerita el desafío.

Ema Wolf utiliza muchos y diversos recursos de comicidad que hacen que la novela sea divertida de leer. Algunas partes graciosas solamente son para entendidos, es decir, para argentinos o conocedores de la cultura argenta. Más allá de esto, que no es poco, es una historia muy bien contada que te suma a la aventura de un grupo de piratas, que te hace sentir empatía por el gato, asco por una dieta a base de banana y curiosidad por el compañero de celda de Ben.

Además, el libro está ilustrado por Tabaré, un historietista muy conocido por sus personajes Diógenes y el Linyera. Como era de esperar, logró capturar muy bien las escenas y hacer su aporte.

El libro fue editado por Alfaguara infantil.

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