Un lobo se está preparando para ir a cazar y alguien golpea su puerta. Se trata, ni más ni menos, de un apetitoso y sabroso cerdito. "Este debe ser mi día de suerte", pensó el lobo. Pero no fue así. El lobo tendría que haber leído las recientes investigaciones. Según los científicos, los cerdos son bastantes inteligentes. Uno de los animales más inteligentes que hay en esta Tierra. No debía haberse confiado.
Cada vez que el lobo se dispone a poner al cerdito en una fuente de horno, este le plantea un pero... "Pero antes tendrías que bañarme porque estoy sucio, pero antes tendrías que alimentarme para tener más carne, pero antes tendrías que masajearme para tener un asado más tierno". Así consigue el cerdito tener un día de spa y ¡gratis!
Las imágenes complementan la historia, dicen cosas que el texto por sí solo no dice. Y también le aportan humor al libro.
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