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martes, 1 de marzo de 2016

Malvado conejito, de Jeanne Willis

De Copo de Algodón a Malvado Conejito.

Todo parecería indicar que el conejo Copo de Algodón ha dejado de ser un conejo tierno y obediente para unirse a una pandilla de malosos y convertirse en Malvado conejito. Al menos eso dice el principio de la carta que le ha enviado a los padres. ¿Será cierto que ahora se viste de cuero y que se agujereó las orejas? ¡Oh, qué le ha pasado a esta orejona juventud! ¡Toda una generación perdida!


Ahora voy a comentar sobre el final de la historia. Así que si no querés saber más, no sigas leyendo. ¡Spoiler alert, spoiler alert! Eso sí, te recomiendo leer el libro.

En realidad, Copo de Algodón le escribe la carta a los padres desde la casa de los abuelos. Todo lo que contó era una mentira porque al final de la carta lo dice. Puso todo eso porque le fue mal en el colegio y quería minimizar el asunto. Podría haber sido peor la mala noticia. No es lo mismo una mala nota que unirse a una pandilla.

El final de esta historia me hace acordar a mi infancia. Cuando uno era chico y, en general, vamos a mandarnos la parte, tenía buen comportamiento sentía que cuando se mandaba una macana tenía cierto derecho por su historial de buen comportamiento. Porque al fin y al cabo siempre podría ser peor. Siempre uno podía ser Malvado conejito.

Las ilustraciones de Tony Ross acompañan muy bien esta historia. Ideal para primeros lectores.


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