Un conejo blanco conoce a una niña de piel morena que es muy bonita, y como el conejo quiere ser como ella y tener una hija como ella, hace todo lo que le sugiere la niña para volverse negrito. Se pinta los pelos con tinta, toma café negro y come uvas negras. Sin embargo, como era de esperar, la lluvia le saca la pintura, el café le produce insomnio y ganas de hacer pipí y comer tantas uvas le dan dolor de barriga y ganas de hacer popó. Finalmente, el conejo entiende cuál es el secreto de la niña bonita para ser negrita: la genética.
Este libro rompe con ciertos parámetros de belleza que tienen algunas culturas como las nuestras, donde lo blanco se utiliza para simbolizar lo puro, lo bello y bueno y lo negro para todo lo contrario. Pero por otro lado, el conejo no se acepta como es, lo que tampoco es bueno. Y la niña bonita engaña al pobre conejo.
Por último, cabe destacar la ilustraciones de Rosana Faría.
Por último, cabe destacar la ilustraciones de Rosana Faría.
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